Pope Noveau (Victor Albarracín, Ximena Laverde, Lorena Morries, Gabriel Mejía, Felipe Uribe, Carlos Bonil, Juan Pelaez)
Este grupo de cambiante identidad presentó su provocador y agresivo show, interpretando canciones que gustaron mucho a los jóvenes caleños.
Texto escrito por Pope Noveau
“Somos apenas una banda. Aunque hayamos tenido muchos nombres. Primero fuimos “Ceron”, luego “Frenesí”, después vinieron “Chatarra Fina”, los “Jun, dos, tres, cual!” “Ataris Family”, “Los Tututu”, “Muerte al Papa” y, por ultimo “Pope Nouveau”. Esta serie de cambios no delatan confusión, sino una voluntad de transito.
Haber tocado en diez grupos resulta más satisfactorio que mantenerse en uno solo. Cada nuevo nombre es, en cierta forma, un punto de arranque y una posibiidad de escape al encasillamiento. Tenemos muchos nombres porque, por ahora, queremos ser una banda y no un producto.
Por eso mismo hemos tocado en pequeños bares alternativos, en un bar gay de ambiente bastante pesado, en otro de heavy metal, en galerías de arte, en el techo de un museo y en un restaurante de almuerzo corriente. Tenemos un público cautivo pero en general. Lo obligamos a moverse por la ciudad.
Nos reunimos hace dos años, porque alguien pensó que teníamos una banda y que deberíamos tocar en un evento. Y como no teníamos una banda, la hicimos. Siempre nos preguntan qué tocamos, y nunca hemos podido saberlo, pues hay una fricción de géneros dentro de nuestro repertorio que cada vez se hace más confusa y tiende a amalgamarse de formas extrañas. Sólo por citar un ejemplo. Podríamos decir que una de nuestras canciones es “Enter Sandman” de metallica, tocada al ritmo de champeta, con la letra de “Por que te vas”, el clásico de Jeanette y los coros son “Push it” de Salt n’Peppa pero cantados en español. Todo esto podría parecer, a primera vista, un gesto de virtuosismo musical, como si un conjunto de jazz empezara a improvisar sobre la música popular de las dos décadas del siglo XX. Pero no es así. Somos un grupo bastante modesto en lo que concierne a nuestras habilidades técnicas. Simplemente, no podemos decidirnos sobre qué tipo de música nos gusta y cual queremos tocar. Es, suponemos, la situación en que se hallan todas las personas que crecieron en la década de los 80.
Algunos, dentro de la banda, crecimos oyendo Nirvana, los Sex Pistols, Ramones. Luego descubrimos a Sonic Youth y Pixies y después nos encontramos, sin saber muy bien cómo, escuchando compilaciones con temas de las chicas del Can, Ace of Base y algunos cortes de Miss Kittin y Le Tigre.
Otros, también dentro de la banda, crecimos oyendo a Wilfrido, 4:40, Wifred y la Ganga y Jeanette. Más tarde parrandeamos con Proyecto Uno y Fulanito, todo para desembocar en noches de fiesta al compás de Rossi War, Metallica, Las Ultrasónicas y Héctor y Tito.
Otros más a diferencia de los demás miembros del grupo, crecimos oyendo a Julio Iglesias, Richard Wagner, Wendy Carlos y Alfredo Gutiérrez para entrar de lleno, durante la adolescencia en Michael Jackson, Prince, Siouxie and the Banshees, Aerolineas Federales y Michael Bolton, sin pensar que años más tarde terminaríamos ebrios vomitando en conciertos de Carl Cox, Mouse on Mars y La Pestilencia.
En fin hemos escuchado tanta pero tanta mierda a lo largo de tantos años, que un día nos empezamos a sentir abandonados en un océano de música popular indiferente, y decidimos, para salvarnos de una inmersión en el agujero sin salida de Britney, producir nuestra propia mierda.
Y esa mierda nos ha permitido movernos en índices temáticos diversos y, aparentemente, sin relación: de covers de pixies o Joy División con letras inspiradas por el Club de la Pelea, podemos saltar a un “Homenaje” a Hal Foster o a un Punk consagrado Pablo Picasso (Y a su amigo, Mario Opazo).
Nuestro show funciona en el esquema tradicional de banda de rock, o en el territorio inhóspito de los chistes de artistas que, en últimas terminan camuflándose entre los golpes de la batería.”