Wilfrand Anacona
Sin Chance
A partir de una investigación, seguimiento y demostración, el artista devela la inequidad en negocios como las loterías callejeras, específicamente en el caso del “chance”, para con los miles de trabajadores que lo venden en las calles de las ciudades colombianas.
Texto escrito por Wilfrand Anacona
“En Colombia se mueven alrededor de 1.3 billones de pesos al año a través del negocio del chance que agrupa aproximadamente a 500 empresarios. Un vendedor de chance -son aproximadamente 350.000 vendedores de chance en Colombia- recibe entre el 20 y 25% de su producido diario.
En la parte alta del barrio Siloe, sector San Francisco, lugar en donde es posible presenciar en forma muy marcada diversos conflictos de índole social y cultural provocados por la falta de recursos y de educación, vive Sixta una mujer de 53 años de edad quien desde hace diez años genera sus ingresos a través de la venta de chance ambulante.
Ante tal situación me surgen las siguientes preguntas: ¿Por qué una persona residente en Siloe intenta ganarse la vida vendiendo chance? y ¿Por qué en el negocio del chance se aceptan condiciones laborales tan escasamente equitativas?.
Cada vez es más frecuente que las condiciones laborales vayan en detrimento de la calidad de vida del trabajador, por lo tanto me parece válido tratar de evidenciar una de sus múltiples formas. La explotación a que se ven sometidos los vendedores de chance, en la mayoría de las ocasiones se oculta ante sus propios ojos, por el afán de percibir un recurso o ante los nuestros porque no somos quienes estamos en dicha situación. Es recurrente encontrar en el piso los “carboncitos azules” que no dan espacio para un número más y contrario a esto son pocas las veces que nos detenemos a pensar en quien está detrás de ese papelito y en qué o por qué condiciones se encuentra desarrollando dicho trabajo.
Considero pertinente rescatar del anonimato las labores de personas como Sixta, para ejemplificar el grado tan alto de desigualdad social en que se encuentran muchos de los habitantes de este sector y que esto trasladado a escala local y nacional representa un gran número de los habitantes de la ciudad y del país.
Contextualizando en términos políticos, me parece importante mencionar que en la actualidad el negocio del chance se encuentra, según investigación presentada en conjunto por un grupo de medios escritos, como objetivo de las Autodefensas en su afán de “legalizar” dineros y tomar control del negocio, lo cual confirma el hecho de que es muy apetecido por diversos actores, debido a su magnifica rentabilidad.
Mientras grandes sumas de dinero se mueven en el interior del negocio del chance, su trasfondo presenta la difícil realidad de personas que en un intento por suplir sus necesidades básicas y las de su familia y ante el aparente beneficio de la no inversión y el hecho de que no se requieren estudios o conocimientos especializados, se continúan marginando las posibilidades de beneficio de quienes se constituyen en la base de este negocio.
Mi propósito es evidenciar y cuestionar las condiciones de desigualdad que se presentan entre empresarios y vendedores de chance, en un negocio que desde su aparición de manera ilegal hace aproximadamente 30 años ha despertado mucho interés en diferentes organismos quienes desean tomar su control debido a su excelente rentabilidad, interés que persiste en la actualidad, encontrándose ya este negocio en el marco de la legalidad. Al igual que mostrar que el negocio del chance es uno de los tantos factores que en Colombia amplía el margen de diferencia entre personas con mayor y menor nivel adquisitivo y de la misma forma revelar las condiciones reales y vivénciales de personas que intentan percibir recursos a través del chance abocados por la necesidad.”