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 LIMPIANDO HUMANIDAD

Cristina Perdomo.
Julio C. Rubio.
NOMADHAS Fundación.

Finalmente el ultimo combate que nos queda, y el más decisivo, es el de  recuperar cuanto de humanidad hayamos perdido.
Ernesto Sabato.

I. ¡ Atención, Atención ¡.

Cali, octubre 15 de 1984, dos hombres cuya identidad se esconde entre la Noche y la Niebla fueron torturados y asesinados con  9 disparos en la cabeza  la cara y el t"rax, sus huellas dactilares fueron ralladas con cuchillas de afeitar para dificultar su identificación. Al parecer fueron asesinados en otro lugar y sus cuerpos fueron puestos en forma de cruz, uno encima del otro al lado de una avenida del barrio los Cámbulos. Cada día aparecen personas asesinadas por el denominado escuadrón de la muerte. Las dos personas asesinadas registraban antecedentes penales (1). 

Cali, agosto 23 de 1985,  noche, enero 25 de 1986, oscuridad, octubre,  1986,   3 N.N, estación de Ferrocarril, 1987, basuro de Navarro, indeseables, Muerte a Jíbaros, barrio Sucre, Kankil, uno más, diez menos, que más da, Cali Limpia, un niño, una mujer de malos pasos, tres drogadictos, estamos seguros, Mano Negra, Cali Linda, dos homosexuales, 1988, sucios, LIMPIEZA SOCIAL, una calle, un caminante, una VIDA.

II. Signos de un terror urbano.

Hablar de Cali y la década de los ochenta es hablar de los cientos de personas asesinadas por un ritual de muerte que habito de terror las calles de nuestra  ciudad: ni la bien ni mal llamada limpieza social se erigi" como una práctica de exterminio contra todos aquellos sectores considerados  "problemáticos". Practica que al tiempo que fue extendiéndose a otros municipios del Valle del Cauca,  como la salida más "eficaz" para la recuperación de la normalidad, la moral y las buenas costumbres, fue desbordándose en un claro derrumbe de la ética y la dignidad humana.

Este fen"meno de violencia empieza su desarrollo en la ciudad de Pereira en el año 1979 desde una medida de seguridad ciudadana que apuntaba a contrarrestar el aumento desmedido de ladrones en la ciudad. Muchos de ellos fueron marcados en la cara y en las manos con tinta indeleble para ser identificados fácilmente (2).  Medida que motivo diversas reacciones,  algunas de apoyo y otras de rechazo, pero que igual fue preparando el terreno para asumir salidas mas drásticas frente a la situación de seguridad en la ciudad, las cuales fueron traduciéndose en el hallazgo de una serie de cadáveres que en un principio parecían casos aislados pero que finalmente no lograron  ocultar el inicio de una practica sistemática ejecutada por los llamados Escuadrones de la Muerte.

Según el estudio realizado por  Carlos Eduardo Rojas, la experiencia iniciada en Pereira se extendi" a ciudades como Medellín y Bogotá en el año de 1980. Carreteras y parajes solitarios fueron los sitios mas comunes para el hallazgo de cuerpos con las manos atadas, con señales de tortura y baleados en la cabeza, personas  sobre las cuales generalmente era muy difícil reconocer su identidad.

Sin lugar a dudas, Cali sería otro de los escenarios en los que se pondría en práctica este siniestro accionar. En el mes de diciembre de 1981 son arrojados por el MAS ­Muerte a Secuestradores-  miles de volantes que anunciaban  la ferocidad de su llegada. Se cree que en respuesta al secuestro de Martha Nieves Ochoa por parte del M-19. Los volantes fueron arrojados desde una avioneta a los espectadores de un partido de fútbol en el estadio Pascual Guerrero en 1982. 

Con el accionar de este grupo, en gran medida como iniciativa de narcotraficantes de la región y del país para ese entonces ya consolidados,  se inicia una oleada de violencia contra los militantes del Movimiento 19 de abril, se estima que cerca de un centenar de estos fueron asesinados. Llama la atención ubicar este momento en la ciudad porque si bien este grupo no se diseño en sus inicios como un grupo de limpieza social, sus prácticas futuras se extenderían, además de la oposición política, a los sectores "indeseables" de la sociedad.

Los estudios realizados por ONGs de Derechos Humanos estiman que durante el año  1986  esta modalidad de violencia alcanz" los niveles mas altos de su historia. La situación fue especialmente critica en Cali; las primeras horas del 7 de junio de este año fueron calificadas como la  "la madrugada siniestra" ya que en un transcurso de tres horas en diferentes sitios de la ciudad, fueron asesinadas 17 personas y 8 mas resultaron heridas. El fen"meno se repiti" la noche del 5 de septiembre con 21 muertos y 4 heridos (3).  En el desarrollo de esta modalidad fueron muchos los  sindicalistas y militantes políticos de oposición asesinados. Si bien, la practica de la "limpieza" se centra en el periodo hacia indigentes, homosexuales, prostitutas y mendigos, no deja de "incluir" a sectores organizados de la sociedad.

La muerte,  confundida entre bares calles y esquinas, entre ruidos de urbe y noches c"mplices,  empez" su rutina selectiva y a la vez desaforada. El anhelo macabro y políticamente autoritario de eliminación de todos aquellos que tienen como común denominador hacer parte de la marginalidad extrema de un orden social profundamente excluyente,  empez" a representarse en una serie de grupos que a la hora  de autonombrarse desbordaron en una creatividad siniestra dando lugar a grupos como Mano Negra, Muerte a Jíbaros, las Cobras, KanKil, el Justiciero Implacable, el Vengador Solitario, Bandera Negra, Comandos Verdes, los Chirimoyos, Muerte a Jaladores de Carro, etc, etc, etc. 

Nombres que simb"licamente  encarnan la identidad de lo perverso o amedrentador y que a su vez dejan entrever claramente el placer objetivo por exterminar personas que en lo fundamental  han sido drogadictos, j"venes y niños de la calle, delincuentes, recicladores, homosexuales, j"venes de sectores populares, prostitutas e indigentes, demuestra la l"gica de la clase política local de turno: producir exclusiones e inequidades para luego eliminar a los excluidos. Un espejo que igual refleja nuestra indiferencia, el c"mplice silencio, la aceptación justificada, nuestra insensibilidad extrema y finalmente un proyecto social  político y cultural. 

La muerte no empieza con la muerte, empieza en  tejidos simb"licos e  imaginarios que van legitimando la barbarie, en la racionalidad de un mercado que utiliza y desecha lo que no sirve,  lo que no es útil, lo que estorba, utilizando al lenguaje como negación justificadora; ejemplo de ello la tan usada y nombrada palabra "desechable". 

Los cuerpos tendidos en el frío y la oscuridad de la noche después  de operaciones de limpieza ejecutadas  en  diversos sitios de la ciudad han ido de la mano de  campañas de limpieza y de embellecimiento de la ciudad al igual que  campañas de seguridad ciudadana en las que se cree que el incremento de la criminalidad urbana es el  resultado de factores individuales de quienes  asumen conductas delictivas y patol"gicas  por fuera del orden social existente. "Cali linda cali limpia" son slogans de una operación, la misma visita del Papa un pretexto y la barbarie policial un practica de agentes para demostrar su machismo.

Estos escuadrones de la muerte,  si bien diversos, tienen una serie de características muy comunes en su accionar; la participación activa y el apoyo incondicional de la fuerza pública, la diversidad de nombres apuntando a dar sensación de poder y de una mayor cobertura, la comisión de los asesinatos en horas de la noche y de la madrugada, parajes solitarios, cuerpos presentando fuertes señales de tortura,  sitios de la ciudad convertidos en botaderos de cadáveres, toda una logística e infraestructura para movilizarse y refugiarse después de perpetrados los crímenes .... en fin, un sin número de condiciones para que estos crímenes puedan ser cometidos con todas garantías y queden en la total impunidad. Por el hecho de ser en su mayoría personas sin la posibilidad de familiares denunciantes, no quiere decir la negación de castigo a los responsables.

Los hechos no pasan de la espectacularidad de la noticia, la prensa local saca la foto mas propicia para satisfacer el morbo de sus lectores, al lado, la infaltable  foto de una mujer sugestiva para completar el cuadro de placer. Después de leída la noticia se completa el crucigrama que viene en la mitad de la prensa. Termina la diversión y empieza el olvido. La facultad de los mass media de ocultar mostrando, de decir la mentira sobre los hechos y descontextualizar los acontecimientos son algunas de las piezas del engranaje de la desmemoria y la barbarie

Todos los crímenes cometidos en el país bajo esta modalidad de violencia  se han quedado en la mas completa impunidad, quién pregunta, quién investiga y quién juzga y castiga cuando son los mismos funcionarios del Estado los que están involucrados en el desarrollo de estos hechos. Los actos son impunes por el hecho mismo y por la mirada impávida de todos aquellos que  callan, aceptan y justifican estas muertes.

Los extramuros de la ciudad gritan los nombres de cientos de NN aparentemente sin nombre, sin historia y sin proyecto de vida. La Noche y la Niebla expulsan lo vivido en el país del sagrado corazón de Jesús  con  una de las democracias mas estables de América Latina, en palabras de Eduardo Galeano la Democradura. Es decir, una democracia que acude a las prácticas autoritarias para sostenerse ... que democracia ...

Cali 14 de junio de 1985, tres indigentes son asesinados al parecer por un escuadrón de la muerte, sus cuerpos presentaban signos de tortura,  Cali 16 de octubre .......LIMPIANDO HUMANIDAD. Una calle, un caminante, una VIDA.

III. La ciudad y sus silenciados.

Uno de los mayores atractivos de la vida urbana y la ciudad son sus misterios, sus augurios y enigmas que la habitan y nos habitan. La ciudad, monumento de un difícil jeroglífico humano, de un criptograma mal escrito o de una narración poco legible por la mil voces que la cuentan, hacen de ella lo más cercano a un rito de iniciación en el arte del asombro.

A la par la ciudad es ella por sus fantasmas, por los ecos que sin cuerpos la nombran como lugar para caminar, para vivir en la excluyentes rendijas que abre; es la ciudad un mundo para los ausentes por motivos inhumanos: por muerte a mano de guante injusto, su partida por la exclusión social o su viaje por la ganas de vivir. Los fantasmas sin presencia física son las sombras de una ciudad que no abandonara su historia, así, algunos lo quieran.

Pero, a pesar de limpiar la ciudad de los trashumantes que la recorren, que hacen parte de ella con su invisibilidad acuestas, sus voces llegan a la hora de preguntar por la ciudad. "Hay algo de desaparecido en la aparición misma como reaparición de lo desaparecido" exclama Jacques Derrida a prop"sito de los espectros que no se van, estando muertos, que están aún siendo indeseables por sus otrora y ahora "limpiadores" (4). 

La ciudad para ser digna de su nombre requiere para "sentirse viva ... buscar en la ciudad  de los muertos la explicación de sí misma, aún a riego de encontrar allí algo más o algo menos" (5). La ciudad es un monumento, poco visible en ocasiones, de los que no están cuando nos atrevemos a descorrer los velos que amarran lo pasado y esconden el presente de sus horrores. Un pueblo que por miedo o complicidad no se mire en sus horrores, es presa fácil de la ignominia cultural e hist"rica; no es una morbosidad hollywodense, es una deuda con lo que somos.

La ciudad es la huella de la barbarie que no logro ocultar o desaparecer a los transeúntes indeseables por la conciencia escrutadora de la maldad; la ciudad, afortunadamente, es un silencio habitado por los sin voz pero con palabras en la memoria de su ciudad.

 

(1) Ver diario el Caleño, viernes 19 de octubre de 1984. Pag judicial.

(2) Rojas Carlos Eduardo, Origen y desarrollo en " La violencia llamada limpieza social", Colección Papeles de Paz, CINEP, abril, 1996.

(3) Ibid pag 21.

(4) DERRIDA, Jacques, Espectros de Marx. El estado del deuda, el trabajo del duelo y la nueva internacional. Edt, Trotta, Valladolid, 1995, Pag. 20.

(5) CALVINO, Italo, Las ciudades invisibles, Edt. Siruela, 1972, 3ª edición español 1999, Pag. 149. La cursiva es nuestra.