Jennys Obando
Sin título
Este video fue elaborado en la zona de Juanchaco donde llegan los turistas. Tomé como punto de partida la vía principal, por donde pasan las personas, al igual que por donde transitan los carros, las motos y demás medios de transporte. Utilicé una olla como protagonista y comencé a desplazarla desde las afueras de una casa atravesando la calle, para lo cual hube de obstaculizar durante un tiempo el paso por ella. En el momento de capturar las imágenes de este desplazamiento los niños de Juanchaco decidieron ayudar en esta animación. En el video la olla se moviliza apareciendo en una de las playas de Ladrilleros y luego trasladándose de allí.
En el trabajo trato de evidenciar algo que me ocurrió en el trayecto de la convivencia: encontrarme con distintas personas con diferentes costumbres, no siempre compatibles a las mías, quienes fueron un puente hacia la construcción de una convivencia. Todo esto hizo del workshop algo muy interesante, pero va más allá de mi en el momento en que comienzo a sentir algo extraño, algo que me afecta y es el estar alejada del espacio familiar. Todo trasciende a un estado de desconocimiento de lo usualmente conocido. Se dice que “ojos que no ven corazón que no siente”, pero creo que en esta situación se dio algo así: “ojos que no ven corazón que presiente”. Sentía que algo ocurría y ciertamente fue así. Por eso el video que presenté evidencia el deseo de ubicarse en un lugar y tratar de ocuparlo, pero siempre con la inquietud de saber qué sucede en el espacio familiar. Ese lazo, que permite una conexión sin importar el tiempo o lugar, deja presentir los acontecimientos en un estado de ausencia y comunicarlos.
Jennys Obando
Dibujos de Dibujos
El taller propuesto para la Escuela Móvil de Saberes de Helena Producciones consistió en retomar la cocina y observarla como el espacio donde suceden muchas cosas. Allí se origina el sazón, pues es el lugar donde se preparan los alimentos. Todo se hizo a partir de tres preguntas, las cuales las personas respondían por medio de dibujos:
1. ¿Qué es lo primero que se le viene a la mente cuando hablamos de cocina?
2. ¿En qué lugar de su casa está ubicada la cocina?
3. Si pudiera dotar su cocina con algo fantástico, ¿qué sería?
Tratar de que la gente del taller dibujara fue difícil, puesto que no es usual para ella dibujar la cocina y mucho menos mostrar lo dibujado a los demás. Existe vergüenza por “no saber dibujar”. Después de un rato, fueron tomando confianza y se divirtieron pensando en las preguntas y cómo hacer lo pensado en un dibujo. Era una forma de visualizar y reconocer un lugar relegado frente a la importancia de otros espacios en la casa.
En el taller no solo se pensó en el lugar sino en cómo se observa ese lugar. El resultado fue una serie de dibujos que contestaban las preguntas propuestas y exploraban la capacidad de responder a partir de las actitudes sin importar las aptitudes “artísticas” generando un lenguaje de comunicación.
Tras este taller surgió un deseo de apropiación de estos dibujos. Lo que hago es dibujar de nuevo estos dibujos pasándolos a otro formato aun más íntimo, respetando el espacio trazado por ellos, pero pintando otros que me involucraban dentro de los dibujos originales.
La exposición de este trabajo fue lo que más me gustó puesto que fue muy gratificante ver a los autores mirando un trabajo suyo retomado por mí. Comentaban que les gustaban aún más sus dibujos puesto que seguían siendo de ellos pero tenían una esencia diferente, supongo que la mía.
Jennys Obando